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México enfrenta múltiples desafíos en su camino hacia el fortalecimiento de la productividad y el crecimiento económico sostenible. Entre ellos, destacan cuatro factores clave que requieren atención y acción coordinada para mejorar el panorama económico del país. Estos factores son la conectividad digital, la lucha contra la corrupción, la transición hacia energías renovables y la gestión eficiente de los recursos hídricos.
La conectividad digital es crucial para conectar las diversas regiones del país y apoyar a las pequeñas y medianas empresas (pymes) en su integración con el comercio global. A pesar de las inversiones recientes en infraestructura digital, muchas áreas de México aún carecen de acceso a Internet de alta velocidad y otros servicios digitales. La baja penetración de la banda ancha limita las oportunidades de desarrollo económico y social, especialmente en regiones rurales.
Además, el sector de las telecomunicaciones en México está altamente concentrado y la supervisión está dispersa entre múltiples agencias gubernamentales y organismos reguladores. Esta fragmentación administrativa puede dificultar el progreso hacia una conectividad más amplia y efectiva. Mejorar la infraestructura digital y aumentar la competencia en el mercado de telecomunicaciones son pasos esenciales para lograr una mayor inclusión digital.
La percepción de corrupción en México sigue siendo alta, a pesar de los esfuerzos significativos realizados para combatirla. El Sistema Nacional Anticorrupción es una iniciativa clave, pero aún es necesario fortalecer los organismos anticorrupción, especialmente a nivel estatal. Una estrategia efectiva para reducir la corrupción incluye aumentar la proporción de adquisiciones públicas realizadas de manera digital y limitar la adjudicación directa de contratos. Estas medidas pueden reducir las oportunidades de corrupción y aumentar la transparencia en la gestión pública.
Aprovechar al máximo las oportunidades del nearshoring, la práctica de trasladar operaciones comerciales cerca de casa, requiere una transición hacia energías renovables. México posee abundantes recursos de energía renovable que pueden convertirse en una ventaja competitiva significativa, especialmente en un mundo donde la descarbonización de la producción es cada vez más importante. Sin embargo, actualmente, la proporción de electricidad generada a partir de fuentes renovables en México es baja.
La incertidumbre regulatoria ha afectado negativamente la generación privada de energías renovables. Incrementar la participación de las energías renovables en la matriz energética no solo reduciría las emisiones, sino que también mitigaría la vulnerabilidad de México a fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el clima.
La gestión eficiente de los recursos hídricos es vital para garantizar un suministro de agua confiable y proteger los limitados recursos del país. Una gestión hídrica eficaz puede reducir los riesgos y costos operativos, promoviendo la sostenibilidad ambiental y haciendo de México un destino más atractivo para el nearshoring.
La gobernanza del agua en México está muy fragmentada, lo que complica la coordinación de políticas y la rendición de cuentas. Una mejor coordinación y una gobernanza más coherente son necesarias para optimizar el uso de los recursos hídricos y mejorar la sostenibilidad a largo plazo.
Para impulsar la productividad en México, es esencial abordar estos cuatro factores clave de manera integral y coordinada. Mejorar la conectividad digital, combatir la corrupción, avanzar en la transición hacia energías renovables y gestionar eficientemente los recursos hídricos no solo fortalecerá la economía mexicana, sino que también contribuirá a un desarrollo más sostenible y equitativo para todos los ciudadanos.